domingo, 31 de marzo de 2013
levantarse con buenas noticias, alimenta de felicidad hasta el alma mas vacía, ya que todo acontecimiento a favor nos llena los músculos de la cara de una inmensa cantidad de energía para sostener una sonrisa estúpida pero ¡a disfrutar se a dicho!, ya que estos momentos se ven perseguidos de malas pasadas, aun creo que todo es mental, pero ni me aflijo, degustemos ambos monumentos del motor humano y ganemos a la razón...
sábado, 30 de marzo de 2013
La decadencia de la verdad, Fernando Mora Meléndez, Artículos completos, Universo, Centro, Medellín, autores.
La decadencia de la verdad, Fernando Mora Meléndez, Artículos completos, Universo, Centro, Medellín, autores.
Admirable idea del autor de este texto, exponiendo la cara doble moralistas de la sociedad, aunque me atrevo a agregar que al mismo tiempo que las personas se encuentras actuando contra la verdad, es lo primero que exigen de los otros.
Admirable idea del autor de este texto, exponiendo la cara doble moralistas de la sociedad, aunque me atrevo a agregar que al mismo tiempo que las personas se encuentras actuando contra la verdad, es lo primero que exigen de los otros.
Toda tragedia nace de una verdad absoluta...
Me
permito explicar, ¿por qué nacemos? ¿Por deseo o por circunstancia? sea
cual sea la explicación que se nos dé, sabemos que formamos parte la
gran mayoría de un error, si
todos fuéramos conscientes de esta realidad, ¿cuál sería
el papel que desempañaríamos en el mundo? aseguro, no uno bueno, el
ser humano encuentra en su necesidad la más grande debilidad, necesita ser
el centro de un todo para así justificar su existencia, pero cuando
esta magnífica, se ve afectada todo
su alrededor se distorsiona.
Este
es solo un ejemplo muy básico, invito a pensar, por un momento abrir
el telón, en un escenario conocido o desconocido como sea más
conveniente, verse a sí mismo y a su entorno en el que
siempre convivió y con el cuerpo que siempre habito, es cómodo,
seguro, agradable, lleno de recuerdos gratos y terribles pero suyo, le
pertenece lo que conocemos como nuestro, de pronto de cualquier lado
del escenario aparece un sombra, se tambalea hasta llegar a
donde estamos, se inclina a la oreja y comienza a murmurar una
terrible verdad, el nombre que conocemos como nuestro, no lo es, nuestro cuerpo
no lo es, nuestra sangre no lo es, nada, nada de lo que éramos nos pertenecía,
nos quedamos sin nada, vacíos listos para pintarnos de nuevo de nuestro
verdadera esencia, pero nuestro cuerpo lastimado por
la forzosa separación de lo que creíamos era, esta tan
lastimado que no concebimos la idea de colocar otra piel y luchamos,
aunque que estamos tan cansados de tener
que acoplarnos de nuevo a la realidad que dejamos que el tiempo pase. Somos la
nada no somos nadie, fue tan fuerte el golpe de la realidad, de la
verdad que no volveremos a ser funcionales, añorando que todo se siguiera
manteniendo en una mentira y jamás nos alcanzara la terrible verdad.
Así es la verdadera cara de la verdad, terrible,
desgarradora y maliciosa. La verdad está más cerca de la maldad, ya que “La
maldad consiste en obrar deliberadamente de una forma que dañe, maltrate,
humille, deshumanice o destruya a personas inocentes, o en hacer uso de la
propia autoridad y del poder sistémico para alentar o permitir que otros obren
así en nuestro nombre” (Zimbardo 2008) y que
no hacemos esto al decir la verdad en la mayoría de las
ocasiones, resguardo la idea que aquel que es siempre sincero debe
ser más trastornado que el mentiroso.
Pero no se tal vez mañana cambie de opinión...
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