Un día me levante, dolia todo, el peso ajeno, el propio, el que jamás fue mio, el de las faltas. Asi regresó a tus brazos lobregos, sin ropa, con carne ardiente y piel sensible; esperando a cinceles escarlatas en mi cuerpo que se mantengan vivas el momento necesario, para que mañana no despierten las golondrinas y no vea a quien no es mi amante en brazos ajenos.
sábado, 21 de junio de 2014
viernes, 6 de junio de 2014
El social
Hace tiempo hablando con alguien igual pero de mayor experiencia, sobre la duda que mas provoca la hipocresía del solitario, comenzamos a cuestionar nuestra propio paso por el mundo, aunque encontrábamos agrado al deambular sin la necesidad de un acompañate o ganarse el desprecio de todo por la sincerida y poca complacencia, era normal ya que siempre se nos trató como distantes, ¿Qué sucedería si el mundo nos amara y nos observará, seguiríamos en esta practica?
En este momento estoy buscando un agrado, una palmadita de bien, revisó si la situación cambió y estoy cada vez mas al alcance de ser alguien en una sociedad, ¿Porqué? Por experimentar, tal vez en esto estoy deacuerdo con mi rareza, aun asi me encuentro hostil y la situación es confusa, descubrió en mi todo es encantadoramente decadente.